martes, 17 de septiembre de 2013

¿La industria musical está peligro? No es mi problema

Hace años ya que venimos oyendo cada cierto tiempo la misma cantinela: "no se venden discos". La caída en la venta de discos físicos es innegable, pero también estamos asistiendo a un aumento cada vez mayor de las ventas de música en formatos digitales. Sin embargo, en torno al debate sobre la piratería, las leyes que vinieron a proteger a la industria -como la Ley Sinde-Wert, en vigor recordemos- o la supuesta debacle de la industria musical parece que ya se ha dicho casi todo.Todo menos que no es problema de los ciudadanos.

No es nuestro problema, porque han sido ellos quienes han desarrollado los avances tecnológicos que han permitido -y fomentado- la copia (como la propia Sony), son ellos quienes nos han vendido una y otra vez el mismo producto en diferentes formatos (vinilo, cassette, cd, etc.) y remasterizaciones, son ellos quienes organizan festivales de cualquier forma con el objetivo claro de sacar los cuartos al público y, por supuesto, son ellos quienes han abusado de su posición dominante en el mercado para encarecer los precios, dirigir nuestras compras mediante agresivas campañas de publicidad y explotar incluso en algunos casos a los músicos.

No es mi problema que la industria musical esté en declive y, sinceramente, poco me importa, porque existen ciertos de pequeños sellos que siguen editando discos, músicos que organizan sus propias giras y graban sus discos como buenamente pueden y revistas independientes que siguen hablando de música. Ya nos dijeron en los ochenta que la grabación de cintas acabaría con la música... y no fue así. La que está en declive es la industria tradicional, así que quizá todo esto acabe siendo un acicate necesario para que se desarrolle una alternativa más justa y ética, pero mientras tanto: laven su ropa sucia en casa y dejen de culparnos a los ciudadanos.

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